Cuento

                                               
 
                                        24 horas de persecucíon


Un normal día jueves, sonaron las sirenas cuando dos ladrones robaron la bovéda de un banco en el centro de la ciudad de Nueva York, los dos ladrones; Joseph Clarson y Nicholas Clarson lograron escapar del banco en un auto robado con más de cinco millones en billetes. Luego el agente Johnson y su compañero dirigieron las patrullas de la persecucíon a los delincuentes. Los delincuentes lograron zafarse de los policias.


 Joseph y Nicholas eran delincuentes profesionales y tenían todo planeado para esconder el dinero para que no fueran descubiertos. Se fueron a un refugio y ahí guardaron todo el dinero robado y cambiaron de apariencia para pasar inadvertidos. Al rato después empezaron a organizar su escape de la ciudad para por fin lograr su libertad con la fortuna robada del banco un rato antes.


Al mismo tiempo, los detectives empezaron a investigar el lugar del suceso y seguir pistas para lograr dar con su paradero. El agente Johnson estaba sumamente preocupado porque los delincuentes se le habían escapado, por eso él era el que mas minuciosamente estaba buscando pistas. De pronto, uno de los policias le hace un llamado al agente Johnson porque habían encontrado unas posibles pistas.


El agente Johnson fue avisado de una pista que podría ayudar a encontrar el refugio de los delincuentes. Los policias encontraron un papel que decía la dirección del garage donde Joseph y Nicholas se resguardaron se los policias. De inmediato el agente Johnson y el resto de los policias fueron a la dirección con el objetivo de encontrar a los dos delincuentes y el dinero robado.



Los policias emprendieron viaje a la dirección encontrada, y cuando llegaron al lugar entraron por ventanas, techo y finalmente por la puerta para organizar una emboscada, y cuando entraron a la habitación, se encontraron con la sorpresa que los delincuentes Joseph y Nicholas ya no estaban. Se lograron escapar con el dinero y todos los rastros que pudieron quedar y el detective Johnson quedó sin palabras.